Los libros no tienen hambre no
preparan la cena
no se les olvida el pan
no les importa si
perdieron la solapa izquierda no
se preocupan
si se les dobló una hoja en una
esquina y la marca no salió
nunca más.
Antes de morir los libros no
se arrepienten
de nada.
Lo que hacen los libros es
hablar
sin descanso
no a vos ni al atardecer ni
al pueblo
sino en vano
a cada uno
sino en vano
a cada uno
y cualquiera.
Tienen algo que decir y
lo dicen sin descanso,
ellos cantan
susurran aunque la
tormenta no para
y el viento gira
en todo.
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